Los Omega 3 son consideradas grasas saludables porque favorecen el correcto funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, la visión y el cerebro. Disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, menor probabilidad de arritmias, ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y evitan la aparición de placas que endurecen y obstruyen las arterias. Por otro lado, favorecen a una función cerebral saludable ya que son un componente importante de las membranas celulares del cerebro, necesarias también para un óptimo desarrollo cognitivo en todas las etapas de la vida. Además, poseen propiedades antiinflamatorias.